Las condiciones permitieron navegar cerca de la costa y deleitarnos con los pequeños y bonitos rincones de este trocito de nuestra costa.
Malpaís de Güímar, Samarines, calas y barranquillos fueron pasando rápidamente hasta llegar a la Basílica de Candelaria.
La vuelta fue dura ya que el viento cambió y nos lo encontramos de frente hasta el puertito.
Dos horas y media de paleo y disfrute, y como prueba, el vídeo grabado.
Gracias David.
...y la próxima...
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